viernes, junio 02, 2006

Suicídese, pero como diga el gobierno

Un artículo leído recientemente, sobre una nueva ley en el estado USA de Virginia, me hace meditar sobre la situación similar que se da en España: Usted puede sucicidarse (o intentarlo) sin que la ley se lo impida; puede provocarse un cáncer de pulmón fumando a todas horas (en locales adecuados); puede reventarse el hígado a base de copazos; puede arruinar su cuerpo atiborrándose de drogas (el consumo no está penalizado); muy pronto, incluso podrá pedir ayuda para que le maten si usted no puede ("muerte digna"); eso sí, si se le ocurre conducir sin el cinturón de seguridad, le pondrán una multa astronómica y le quitarán puntos para que pronto se quede sin carnet de conducir.

El cinturón de seguridad sólo protege al que lo lleva, y por ello parece una incoherencia que en ese tema no se respete la libertad de decisión sobre la propia vida que se alega en tantos otros asuntos. ¿Hasta dónde debe llegar la capacidad del Estado para proteger a sus ciudadanos de sí mismos? ¿Debe permitirles hacer con su cuerpo lo que quieran - en todos los supuestos y no sólo en algunos-, o debe prohibir todo aquello que suponga un ataque a la salud o a la propia vida?